Jugar también es sanar: el poder del juego en la lucha contra el cáncer infantil

Niños de la asociación – Foto: Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer

En medio de tratamientos, medicinas, inyecciones y salas de hospital, algo tan sencillo como un lápiz de colores, una hoja en blanco o una pelota puede convertirse en una herramienta poderosa.

Porque cuando hablamos de cáncer infantil, no todo es ciencia. También es emoción, también es imaginación. Y en ese espacio, el juego tiene un lugar irremplazable.

Actividad realizada en colaboración con Alkofarma – Foto: Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer.

Un niño sigue siendo niño, incluso en medio del cáncer

Aunque estén recibiendo quimioterapia o esperando una operación, los niños siguen siendo niños. Quieren correr, reír, jugar, crear. El juego no es una distracción, es una necesidad. Es la forma en que procesan lo que sienten, lo que no entienden, lo que no pueden poner en palabras.

Jugar es su manera de resistir, de sanar por dentro, de conservar lo más puro de su infancia.

Compartiendo buenos momentos en la asociación – Foto: Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer

El arte y la imaginación como aliados terapéuticos

En nuestra asociación, realizamos talleres y celebraciones que promueven la creatividad y el juego guiado. Ya sea coloreando, pintando o simplemente participando en una actividad lúdica organizada, los niños encuentran espacios para expresarse libremente y desconectarse del tratamiento médico.

En esos momentos, la atención se aleja del dolor o el cansancio, y se enfoca en reír, en compartir, en crear. Es allí donde el arte se convierte en un puente hacia el bienestar emocional, y donde la imaginación vuelve a ser protagonista de su día.

Taller de pintura en la asociación – Foto: Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer

Sanar también es recuperar momentos de alegría

La alegría no cura el cáncer, pero ayuda a sobrellevarlo. Está comprobado que el bienestar emocional mejora el estado físico y la respuesta al tratamiento. Y el juego es alegría en su forma más pura.

Por eso, apostamos por crear espacios seguros, creativos y felices para ellos. Porque merecen más que sobrevivir: merecen vivir con alegría, todos los días que puedan.

Resultados del taller de pintura – Foto: Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer.

 Jugar salva infancias

En la lucha contra el cáncer infantil, no todo depende de un tratamiento. También depende de devolverles a los niños lo que la enfermedad intenta arrebatarles: su derecho a jugar, a imaginar, a ser niños.

Y nosotros, como sociedad, tenemos el deber de proteger ese derecho.

Por: María Lumbre Figueroa
Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer