
Cuando un niño es diagnosticado con cáncer, los abuelos se convierten en figuras clave de apoyo emocional. Su presencia transmite calma, seguridad y amor en medio del tratamiento.

En Perú, los abuelos suelen estar muy presentes en la crianza. Durante la enfermedad, acompañan con gestos simples: cuentos, oraciones, caricias. Estos momentos ayudan al niño a sentirse protegido y menos solo. Los abuelos ofrecen estabilidad cuando todo cambia. Su compañía fortalece la autoestima del niño, reduce el miedo y crea espacios de afecto que alivian el impacto emocional del tratamiento.
Este vínculo no solo beneficia al niño. También da sentido y propósito a los abuelos, quienes se sienten útiles y conectados emocionalmente.
Referencia:
Asociación por los Derechos de los Niños con Cáncer
https://shorturl.fm/7pkgi
https://shorturl.fm/OrRHM